Salud

“La salud es un eje central en la vida de toda persona y debe resguardarse en su integridad física y psicológica. La objeción de conciencia, el consentimiento informado al paciente y los protocolos médicos basados en criterios científicos son esenciales para garantizar el respeto a la dignidad de las personas, lejos de cualquier imposición ideológica”.

Objeción de conciencia y libertad profesional

En el ejercicio de su profesión, el médico tiene el deber de actuar conforme a la lex artis, con independencia técnica y procurando siempre lo mejor para la salud del paciente. Sin embargo, en ocasiones se le exige realizar procedimientos que —desde su criterio científico y ético— no resultan adecuados, o incluso pueden contradecir la defensa de la vida y la dignidad humana.

La Constitución Nacional (art. 19) y diversas normas reconocen el derecho a la objeción de conciencia, que ampara a todo profesional de la salud frente a prácticas contrarias a sus convicciones más profundas, como el respeto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

Junto con ello, resulta esencial destacar dos principios fundamentales:

  • Libertad de actuación profesional, entendida como la capacidad del médico de recomendar y aplicar el tratamiento que considere más apropiado para el paciente.
  • Objeción de ciencia médica, que protege el derecho del profesional a rechazar, de manera fundada y pacífica, prácticas o disposiciones que no responden a criterios científicos adecuados.

Estos principios no solo resguardan la libertad y responsabilidad del médico, sino que constituyen una garantía para el cuidado integral de los pacientes y de la comunidad en su conjunto.

Consentimiento informado

El consentimiento informado es un acto por el cual el médico describe al paciente, de la manera más clara posible, el estado de salud y el procedimiento a seguir, detallando los beneficios y riesgos que ello implique.

Requiere de parte del paciente el entendimiento y la aprobación de dicho procedimiento.

Según la Ley 26.529 para que sea válido, el médico debe brindar información clara y completa. Esto incluye:

  • Diagnóstico y explicación de la situación clínica.
  • Procedimiento propuesto, con sus objetivos y beneficios.
  • Riesgos posibles y efectos secundarios.
  • Alternativas disponibles y sus implicancias.

Consecuencias de no realizar el tratamiento.

Protocolos médicos claros y no ideologizados

Los protocolos deben priorizar la evidencia científica y la buena práctica profesional, asegurando que la información se brinde de forma objetiva, centrada en la experiencia clínica y en el bienestar integral del paciente.

Acciones por la causa

¿En qué podemos ayudarte?

Si sos profesional de la salud, te acompañamos cuando se te presiona a actuar contra tu ética arraigada en razones científicas. Si sos paciente, defendemos tu derecho a una información clara y completa sobre los riesgos de cualquier tratamiento.